Pocas veces como en esta época se pueden apreciar en la huerta tantos cultivos de hoja verde y es que el final del otoño (que acumuló tanta energía de su padre el verano) eclosiona de tal forma que la lechuga, el cogollo verde, la escarola, la col rizada, el brócoli, el romanescu, las variedades verdes de coliflor, la espinaca, la acelga y el kale comienzan a dejar huella. A ellos se podrían unir si, fuera el caso, las coles chinas como el pak choi, el pe tsai o el ta tsoi, o locales como la achicoria, el cardo, el apio, la rúcula o la alcachofa, ya que son buenas mensajeras de salud para nuestro querido hígado que después de brillar en la primavera y sentirse vigoroso en verano, es ahora el momento en el que más necesita un merecido descanso para recargar las baterías tras afrontar una época del año con tanta demanda de energía. La medicina tradicional china ya relacionaba al hígado con el elemento madera, expresándose a través del color verde. Uno de los hallazgos más recientes es que los nitratos presentes en los vegetales de hoja verde son muy poderosos para contrarrestar los efectos de las grasas acumuladas en el hígado y una buena manera de desintoxicarlo y depurarlo, además de algunas plantas medicinales muy eficaces como son el cardo mariano, el boldo o la alcachofera, es alimentarnos en esta época incrementando la ingesta de cultivos de hoja verde. Así mismo, según el Instituto Nacional de la Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales, los nitratos presentes en los vegetales de hoja verde son muy poderosos para contrarrestar los efectos de las grasas acumuladas en este órgano vital. Esto sería para depurarlo, y para renovarlo cada día, la medicina tradicional china sugiere acostarse antes de las 23:00 ya que entra el ciclo madera con la vesícula biliar preparando al hígado y posteriormente a la 1:00 de la madrugada es momento para que el la sangre se encuentre descansando en el hígado, renovándose y claro está teniendo dulces sueños.