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MANO A MANO

La tierra que pisamos es un órgano vivo del que surge la vida por sí misma y que cuando entra en contacto con el ser humano responde con las mejores bendiciones cuando se le dedica atención y cuidados de labranza. Las manos de la imagen pertenecen a nuestro compañero Iñaki, que si hablaran nos contarían mil y una historias desde que se forjaron en el cuidado de las plantas. Iñaki conoció esta sabiduría desde muy pequeño en su hogar a través de la observación de su madre y de su padre, no sólo con plantas sino también con animales y desarrolló una gran capacidad de manejo en los cultivos y también en la utilización y reparación de aperos de labranza motorizados, obras de albañilería, de fontanería, instalación de cableado de entutorado, cierres, aplicaciones de fitosanitarios…integrando los trucos más secretos para resolver situaciones más inesperadas de lo habitual y que han desarrollado resistencia, destreza, fuerza, medida, sensibilidad, sencillez, magia, sabiduría ancestral, paciencia, reconocimiento a través del tacto y una inteligencia manual y que responden a la definición más acertada de lo que representa un campesino (conocedor del campo) que abarca más allá de lo que supone ser agricultor, ya que campo es la tierra y todo lo que la rodea.