Si la semana pasada os mostrábamos los tepees que construimos con las cañas de de bambú para entutorar el tomate al aire libre, en esta ocasión os queremos hablar de la procedencia de dichas cañas y también algunas curiosidades sobre el bambú. Al lado de la huerta que se encuentra delante del Hogarín, hay un pequeño bosque de bambú al que acudimos cada primavera para abastecernos de su madera para poder guiar cultivos de la calle que así lo precisan como tomate, pimiento, alubia o vaina. Su naturaleza es resistente y flexible y se adapta muy bien las adversidades climatológicas. Técnicamente no es madera, sino un hierba ya se pueden observar sus características herbáceas de hierba en cuanto observamos sus tallos huecos y cilíndricos, muy diferente a los de los arboles los cuales son gruesos al igual que sus troncos. Hay más de 1000 variedades y de diferentes colores muy aprovechadas alguna de ellas para la industria textil y en arquitectura. Sus brotes son comestibles (en sopas, rollitos, albóndigas…) y es muy utilizado por sus usos médicos para enfermedades respiratorias y digestivas, fiebres e inflamación. Dicen que estar cerca de plantas de bambú reduce la ansiedad y el estrés. El bambú crece tanto en interiores como de exteriores y numerosos científicos del clima recomiendan los bosques de bambú para compensar las emisiones de carbono que pueden dañar el medio ambiente. Por otro lado, el bambú, encarna los 5 elementos del Feng Shui y por ello, siempre y cuando coloques correctamente tu planta en cualquier habitación, se dice que atraerás energía positiva a tu hogar. Igualmente presenta algunas cualidades que lo caracterizan como super planta como que previene la erosión, especialmente en colinas, que ha sobrevivido a desastres naturales, que usa menos agua para crecer que la mayoría de las plantas, siendo una próspera fuente de empleo y es uno de los materiales más fuertes de la tierra «más fuerte que el acero». ya que La fuerza del bambú se debe en parte a su capacidad única para doblarse sin romperse. Y por último, esta planta se toma siete años para crecer y seis semanas para desarrollarse. Durante los primeros siete años de aparente inactividad, este planta genera un complejo sistema de raíces que le permiten sostener el crecimiento que vendrá después.